El origen bíblico del hombre
El estudio del origen del hombre se puede revelar desde dos ángulos diferentes: el del razonamiento humano y el de la Biblia.
El primero no tiene relación con la Biblia, pues no se basa en la revelación bíblica; el segundo se confina a la Palabra de Dios.
El primero se ofrece como materia secular en las escuelas y el segundo se origina desde la revelación directa de Dios, sin embargo como el ser humano es egocentrista, se muestra reacio en aceptar esta última forma de revelación.
Es importante dejar en claro que la Biblia en ningún verso afirma ser un tratado exhaustivo de la historia del universo, ni de biología, ni de psicología; sino que hablando de antropología o los orígenes de la existencia del hombre, trata de este tanto en su condición original, como en su estado caído; y esto abarca desde su creación divina, su condición primitiva, su prueba, su apostasía, y su pecado original hasta sus actuales transgresiones.
Es por esta razón que NO se deben mezclar los dos tipos de estudios sobre el origen del hombre pues se pueden caer en errores o encrucijadas de las que no se pueden salir. La Biblia es un Libro de Fe.
La ciencia es verdadera, y la Biblia también es Verdadera y los científicos aunque no lo reconozcan porque no se percatan de ello, son servidores en cuanto a recopilar y dar información hacia otros de Aquel que hizo tanto el universo; este planeta y al hombre como como también la presentación de su Palabra en la Biblia.
La información que Dios ha querido dar a los científicos en cuanto a la corteza de la tierra son tan verdaderos como la información que le ha placido dar a conocer por medio de sus profetas en la Biblia. Porque lo que dice la Biblia es verdad, y no hay error en ella, y si yo intentara callar la verdad de la que habla la Escritura, las mismas piedras hablarían en mi lugar.
Lucas 19:39-40
39 Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron:
--Maestro, reprende a tus discípulos.
40 Él, respondiendo, les dijo:
--Os digo que si estos callaran las piedras clamarían.
En las Escrituras se indica claramente que el objetivo que se les dio a los escritores bíblicos no era el de la ciencia sino el de la teología. La ciencia va cambiando y se transforma porque se adapta conforme a su tiempo y forma, sin embargo la Palabra de Dios permanece, no encuentran la forma de desmentirla, y su interpretación se va adhiriendo a los nuevos y futuros tiempos. La ciencia corrige, puede ir y venir y la Palabra de Dios marcha firme y para siempre.
Con esta introducción, estoy diciendo que existen dos sistemas de pensamiento para presentar el origen del hombre; uno basado en la suposición de la investigación humana y el otro basado en la revelación divina y ambos ofrecen sus respuestas sobre la cuestión del origen del hombre, por lo que es necesario estudiarlos por separado aunque muchas veces y en muchos aspectos, puede lograrse una armonía.
Presento entonces, con los datos que he recopilado de algunos teólogos y resumiendo todo en un estudio compactado el origen bíblico del hombre.
El método divino de la creación humana
Existen dos relatos expresivos sobre la creación de la humanidad en los primeros capítulos de Génesis y eso manifiesta un hincapié en la importancia del tema y era necesaria una ampliación específica, pues los dos relatos son necesarios porque complementan el informe. El primer relato es general y el segundo introduce los detalles.
El primer relato expresa la creación de la raza humana conformada en varón y mujer y ambos son creación de Dios.
Génesis 1:26-27
Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra».
27 Y creó Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó
Este es un relato general en el que se completa el ciclo terrestre de la creación.
En el segundo relato se detalla que el varón fue el primero en llegar a existir formado de la tierra, y la mujer fue tomada del varón mediante un acto especial de Dios que resultó en un ser de la misma plenitud que el varón.
Génesis 2:7
7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente.
Génesis 2:21-24
21 Entonces Jehová Dios hizo caer un sueño
profundo sobre Adán y, mientras este dormía, tomó una de sus costillas y
cerró la carne en su lugar.
22 De la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
23 Dijo entonces Adán:
24 Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne
«¡Esta sí que es hueso de mis huesos
y carne de mi carne!
Será llamada “Mujer”,
porque del hombre fue tomada».
24 Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne
Aquí entra la Química y corrobora que el cuerpo humano se compone de una manera inescrutable, es decir, Que no se puede saber ni averiguar, de una organización de elementos de carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, calcio, hierro, azufre y fósforo, sustancias que en sus diversas combinaciones constituyen una gran parte de la tierra sólida.
El Dr. en Teología Jhon Laidlaw en su obra "The Bible Doctrine of Man" resume los dos relatos de la creación así: (extracto)
"En todos los eventos, la relación de los dos relatos se hace muy clara cuando los colocamos el uno junto al otro. Al primero pudiéramos calificarlo de cósmico; al segundo de fisiológico. El primero habla del mandato creador que puso al humano en existencia el segundo, del proceso plástico mediante el cual el Creador formó tanto al hombre como a la mujer. El origen del hombre no fue una emanación sino la creación. Es decir, la formación del hombre de materiales existentes por una parte, y de la plenitud de la vida divina por otra...... Su naturaleza se distingue de entre toda otra creación y forma de vida existente, en que el hombre fue formado a imagen de Dios"
¿Cuándo se originó el hombre?
El evento de la creación no necesita restringirse a un tiempo determinado. No estamos obligados a aceptar una cronología de 9,000 años de la existencia del hombre sobre la tierra, porque podría remontarse más allá de ese número, pues, ¿quién estuvo allí para poner en marcha el reloj del tiempo humano? nadie, pero lo que anticipan las Escrituras es que Dios creó al ser humano de forma inmediata y directa, no en procesos de tiempo ni cambios. Veamos puntos importantes sobre la creación del hombre:
a) Con respecto al tiempo, es todo un desafío para el historiador saber cuándo se originó el hombre, pues debe buscar los hechos relativos a las primeras poblaciones, las primeras naciones, las distintas razas, y la posibilidad de un origen común.
Lo que sí es una verdad, tanto en la ciencia como en la Biblia, con respecto a la obra de la creación o el comienzo de todo, es que el hombre es la más joven de todas las criaturas, ya sea que se esté hablando de amplísimas edades o no, porque bíblicamente el hombre fue creado en el séptimo día, el cual fue el último día de la creación.
b) Es un desafío también para el filólogo en su campo, es él quien estudia el origen de las lenguas. El filólogo se basa en que el hombre originó y creó su propio lenguaje; y propone que se requieren muchas edades para lograrlo y otras más para desarrollarlo y llegar hasta las presentes forma de lenguas e idiomas. Con esta teoría pasa por alto el relato bíblico de Génesis 11:5-9 en donde Dios directamente y con un propósito determinado, con funde la lengua base y da como resultado diversas lenguas.
¿Suena increíble? No, porque hay razones para creer y sustentar que el hombre fue creado con la capacidad de hablar y entender el lenguaje. La mente de Adán era madura cuando fue creado, así como lo era su cuerpo y se corrobora con el relato porque indica que Adán empleó el lenguaje desde el momento en que tuvo consciencia.
c)Un desafío más para el arqueólogo y geólogo quienes buscan evidencia sobre la antigüedad del hombre y presentan argumentos de un tiempo extenso para el desarrollo de pueblos y naciones de aspectos físicos diferentes, todos procedentes del mismo tronco y tampoco toman en cuenta la información de la revelación bíblica.
La variación de la naciones llevó al naturalista geólogo, paleontólogo y glaciólogo Agassiz, a afirmar que cada división de la raza humana fue creada por separado. Su teoría sin ninguna base, tenía por finalidad dar solución a un problema que la ciencia nunca ha resuelto.
La Biblia revela que antes del diluvio la raza humana se reducía a una sola familia y desde ese tronco limitado brotó la actual población de la tierra.
Génesis 10:32
32 Estos son los linajes de los hijos de Noé según sus descendencias y naciones. De estos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio.
32 Estos son los linajes de los hijos de Noé según sus descendencias y naciones. De estos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio.
No sabemos ni conocemos de esa familia original cuáles eran sus características ni rasgos específicos humanos, ni qué cambios pudieron haber existido genéticamente con sus mezclas, incluyendo de forma reservada, la información indirecta que incluye Génesis 6:1-4
Pero la información que da la Biblia es excesivamente clara con respecto al origen de las naciones o diversidad racial.
Finalmente, que Dios pueda fundar un grupo racial con sus propias características físicas procedentes de un sólo hombre, queda completamente comprobado por medio del caso reciente de la formación del pueblo hebreo, el cual procede de Abraham, quien originalmente procedía del tronco común de los ciudadanos de Ur; sin embargo, Dios produjo por medio de Abraham la raza de la nación más identificada que existe en la tierra hasta la fecha la nación de Israel, los judíos, y por si fuera poco dicho ejemplo real, se puede agregar la descendencia de un sólo hombre de la narración bíblica, Ismael, de quien surge el pueblo característico y gran nación árabe.
Sin embargo, aunque entre las etnias hay características físicas específicas no hay híbridos y esto afirma que aun entre distancias de continentes y tierras, existe el mismo origen de la familia humana. La Biblia revela lo que Dios quiere que el hombre sepa.
"Por la fe entendemos"
Hebreos 11:3
Bibliografías:
Teología Sistemática
Tomo 1
Vol 11 Antropología
Lewis Sperry.
Diccionario Bíblico Ilustrado Reymo.
e-Sword.
No hay comentarios:
Publicar un comentario