domingo, 15 de marzo de 2020

En tiempos de angustia, mira hacia arriba.

 

¿En angustia? Mira hacia arriba, allá está tu Salvación.

La serpiente de bronce.
Libro de los Números 21:4-9

Los israelitas salieron del monte Hor en dirección al mar Rojo, dando un rodeo para no pasar por el territorio de Edom. En el camino, la gente perdió la paciencia, y empezaron a hablar contra Dios y contra Moisés. Decían:
–¿Para qué nos sacasteis de Egipto? ¿Para hacernos morir en el desierto? No tenemos ni agua ni comida. ¡Ya estamos cansados de esta comida miserable!
El Señor les envió serpientes venenosas, que los mordieron, y muchos israelitas murieron. Entonces fueron a donde estaba Moisés y le dijeron:
–¡Hemos pecado al hablar contra el Señor y contra ti! ¡Pídele al Señor que aleje de nosotros las serpientes!
Moisés pidió al Señor que perdonara a los israelitas, y el Señor le dijo:
–Hazte una serpiente como esas, y ponla en el asta de una bandera. Cuando alguien sea mordido por una serpiente, que mire a la serpiente del asta, y se salvará.
Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en el asta de una bandera, y cuando alguien era mordido por una serpiente, miraba a la serpiente de bronce y se salvaba.

Una vez más leemos en la Historia Bíblica, el tipo y antitipo, la semejanza y la realidad que se expresa para aquel antiguo pueblo de Israel, el pueblo de Dios, y los hijos de Dios mediante la fe en Cristo.
Aquel pueblo de los hijos de Israel, que no fueron perfeccionados por la Ley de Moisés, pero sí introdujo Dios, una mejor esperanza con Cristo, adoptaron nuevamente una postura de rebelión. 
La rebelión contra Dios te aleja de su presencia, nada hay que te obligue a relacionarte con Dios, es tu decisión. La relación con Dios te da vida y bendiciones venideras por Nuestro Señor Jesucristo. Toma tu decisión.

En el texto del Libro de Números, el pueblo impaciente, reclama a Dios por no tener comida en variedad, a pesar de haber experimentado la Gloria de Dios y su poder de salvación, porque siendo un pueblo bastante pequeño, lograron vencer al rey cananeo quien con su gran ejército les salió al encuentro en Atarim, e hizo a algunos israelitas prisioneros.  Sin embargo el pueblo de Israel logró salir victorioso de ese enfrentamiento.
Cabe recalcar que los cananeos eran toda una nación compuesta por varias ciudades, ocupando una gran extensión territorial desde lo que ahora es Israel, El Líbano, una parte de Jordania y otra de Siria. Cuando la Biblia habla de los cananeos, se debe incluir a los
los heteos, gergeseos, jebuseos, amorreos, hititas y ferezeos (Juces 1:9-10).

Dios como muestra, les expone a los israelitas las consecuencias de rebelarse contra su protección y misericordia, quedando expuestos a sus propios pecados o fallas, errores o culpas, representados físicamente en una plaga de serpientes, las serpientes mordían a las personas y morían. El asta representa al madero de la Cruz y la serpiente el daño que la maldad causa a la humanidad, la serpiente que muerde es exhibida en el asta, tal como las potestades de maldad fueron exhibidas en la Cruz. El enseñarlos a mirar a la serpiente en el asta es a manera de reflexión y fe. Sin Dios nada somos, y nos veríamos expuestos y vulnerables a los males de este mundo.

El pueblo arrepentido, al ver el ataque de las serpientes y la muerte que estaban ocasionando en el pueblo, busca a su mediador en ese tiempo Moisés, para que interceda por ellos ante Dios y pueda perdonar su actitud y reclamo, llega el pueblo al arrepentimiento. Dios como Padre amoroso, da las instrucciones para remediar la culpa por el pecado de su pueblo y dice a Moisés que exhiba sobre el asta de madera la imagen de ese mal que les lleva a la muerte y pide que cuando sean mordidos miren hacia arriba del asta para seguir viviendo. Ahí se pondría en práctica la fe del pueblo, aquél que creyera en lo que Dios había levantado para sanidad, no moriría.

Jesús dice a Nicodemo uno de los principales sacerdotes judíos,-- Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el Hijo del hombre ha de ser levantado, 15 para que todo el que cree en Él tenga vida eterna.--

De la misma manera en que en aquella ocasión en el desierto Moisés levantó una serpiente en un asta de madera, así habría de levantar Dios a Nuestro Señor Jesucristo quien realizó la Obra de Redención en aquella Cruz, dejando expuesto al maligno, así Dios lo levantó y lo exaltó hasta lo más, para que mirando nosotros a la Cruz nuestra fe en Cristo nos de sanidad y Vida en abundancia.
Moisés exalta el objeto y el pueblo deposita su fe en el objeto exaltado para salvación.
Dios exalta a Nuestro Señor Jesucristo y nosotros depositamos nuestra fe en Cristo exaltado, para nuestra salvación.

Uno de los objetivos divinos al pedir a Moisés levantar la figura de una serpiente de bronce sobre un asta de madera, es la de reconocer nuestra debilidad, fragilidad y vulnerabilidad por ser una humanidad caída en el sistema o mundo en el que vivimos, que morimos mordidos por nuestros propios pecados y que es sólo la fe en Cristo, y puesta nuestra mirada en el Autor y Consumador de nuestra fe, que podemos ser salvos y aspirar a una vida eterna con un cambio completo que es una regeneración, convertidos en una nueva creación.

No es tiempo de temer, es tiempo de creer, es tiempo de Gracia y Salvación; vuelve la mirada a tu Creador, que Él te espera con los brazos abiertos.








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