miércoles, 20 de julio de 2016

El Arrepentimiento


Antes de hablar sobre el Arrepentimiento del ser humano, quiero dar una breve introducción sobre la Verdad referente a la Salvación del hombre.
Ante todo, debemos aceptar la Verdad que; "Sólo Cristo Salva".

Por lo tanto, debe ser de nuestro conocimiento que la empresa de Salvación para el ser humano, se lleva a cabo por Dios por el Regalo de la Gracia, por medio de la Persona y Sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo y ésta Salvación es impartida al hombre por medio de la FE en Cristo como único y suficiente Salvador Personal.

Esto significa que la Salvación es Sólo por Gracia.

Salmos 3:8
"La Salvación es de Jehová"

Dios es el Autor, Ejecutor y Consumador de la Salvación del hombre.
Lo único que el hombre puede aportar a la grandiosa tarea de Salvación es; dejar completamente en las manos de Dios, el que sea sólo Él quien la lleve a cabo.

Así de "sencillo" es el Acto de Fe.

Cristo es el único Salvador necesario y suficiente y por eso la Fe Salvífica va dirigida en pos a Él. Y el apóstol Juan lo expresa de la manera más exacta y entendible:

"que todo aquel que en Él crea, no se perderá, sino que tendrá vida Eterna. (Juan 3:16)

Sin embargo, la Biblia nos habla de un aspecto introducido en el proceso de Salvación, que parece ser la aportación del hombre, y es el Arrepentimiento y esto es porque es la parte introspectiva del ser humano la que debe actuar.

2Pedro 3:9
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento

Para entender lo que encierra el Arrepentimiento, debemos conocer el sentido del vocablo:

1.- La palabra grieg μετάνοια es traducida siempre por arrepentimiento.
El término griego significa UN CAMBIO DE MENTALIDAD.

Lo que se nos ha enseñado comúnmente como arrepentimiento es introducir pena y dolor de corazón, y esa ha sido la confusión en el aspecto en el que interviene el Arrepentimiento en la Salvación, pues lejos de significar dolor, el arrepentimiento involucra un cambio total en nuestra manera de pensar, lo que afectará directamente a nuestra manera de actuar.

Cristo nos da un testimonio sobre lo que verdaderamente es el arrepentimiento y debemos entender a lo que se estaba refiriendo:

Mateo 21:28-29
»Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero le dijo: “Hijo, vete hoy a trabajar en mi viña”. 29 Respondiendo él, dijo: “¡No quiero!”. Pero después, arrepentido, fue.

El hijo no experimentó dolor, ni pena; sino que experimentó un cambio de mentalidad, el hijo cambió su posición negativa a una positiva, dio un giro completo a su pensamiento.
Pasó de un NO quiero, a un SÍ quiero y además lo hizo.

La llamada del Evangelio de Cristo al Arrepentimiento, no es una invitación a la auto-condenación, sino a un cambio de mentalidad que promueva un cambio de vida en un nuevo caminar con Cristo.
El arrepentimiento (cambio de mentalidad) es esencial para la salvación, pues nadie se puede salvar sin arrepentirse, porque el arrepentimiento y la fe van ligados.

¿Por qué van ligados fe y arrepentimiento?

Porque para convertirse a Cristo, se debe creer en Cristo al escuchar su Evangelio, y al escuchar su mensaje, la posición del que escucha cambia, respecto de su antigua creencia; es decir, si se tiene otra creencia o posición u otra mentalidad, se lleva a cabo, al escuchar el Evangelio, un sólo acto, el creer, y en este único acto, queda ya incluído el arrepentimiento, que es un cambio de mentalidad. Dejará entonces la persona su antigua posición para dar paso a un cambio en su mentalidad y su actuar, en su nuevo caminar en la Fe de Cristo.

El apóstol Pablo explica, que para arrepentirse y creer es necesario escuchar el mensaje del Evangelio de Cristo, de lo contrario, no habría ni arrepentimiento, ni fe, ni salvación. Para lo cual, es necesaria la predicación y dar a conocer el mensaje de Amor y Salvación de Nuestro Señor Jesucristo.

Romanos 10:8-17
 ¿Qué es, pues, lo que dice?: “La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón.” Esta palabra es el mensaje de fe que predicamos. Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación. 10 Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia y con la boca se confiesa a Jesucristo para alcanzar la salvación.
11 La Escritura dice: “El que confía en Él no se verá defraudado.” 12 No hay diferencia entre judíos y no judíos, pues el mismo que es Señor de todos da con abundancia a cuantos le invocan. 13 Acerca de esto dice: “Todos los que invoquen el nombre del Señor alcanzarán la salvación.” 14 Pero, ¿cómo lo van a invocar, si no han creído en Él? ¿Y cómo van a creer, si no han oído hablar de Él? ¿Y cómo van a oir, si nadie les anuncia el mensaje? 15 ¿Y cómo van a anunciarlo, si no hay quien los envíe? Como dice la Escritura: “¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!”
16 Pero no todos han aceptado el Evangelio. Ya lo dice Isaías: “Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje?” 17 Así pues, la fe resulta de oir el mensaje, y el mensaje llega por la palabra de Cristo.
 Siendo así, les invito a no cerrar su oídos al mensaje de salvación, pues la fe llega por escuchar el mensaje de Cristo quien no quiere que ninguno perezca, sino que todos lleguemos al arrepentimiento. 
¿Y, cuál es el mensaje del Evangelio de Cristo?
El apóstol Pablo lo resume de la siguiente manera:
1Corintios 15:1-4
Además os declaro, hermanos, el Evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;   

Este es el mensaje para escuchar, este es el mensaje para arrepentirse y creer, para cambiar nuestra mentalidad y por consecuencia nuestro vivir. Que como ser humano caído y pecador, tengo un Salvador que ha rescatado mi alma para vida eterna.

1Timoteo1:15-17
Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 16 Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrara en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en Él para vida eterna. 17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén 
Bendiciones. 

Esta es una de las mejores alabanzas que he escuchado.




miércoles, 27 de abril de 2016

Decisión y Consecuencia



Decisión y Consecuencia


Deuteronomio 30:15-20

“Mirad, hoy os doy a elegir entre la vida y el bien, por un lado, y la muerte y el mal por el otro. 16 Si obedecéis lo que hoy os ordeno, y amáis al Señor vuestro Dios, seguís sus caminos y cumplís sus mandamientos, leyes y decretos, viviréis y tendréis muchos hijos, y el Señor vuestro Dios os bendecirá en el país que vais a ocupar. 17 Pero si no hacéis caso de todo esto, sino que os dejáis arrastrar por otros dioses para rendirles culto y arrodillaros ante ellos, 18 en este mismo momento os advierto que moriréis sin remedio, y que no estaréis mucho tiempo en el país que vais a conquistar después de haber cruzado el Jordán. 19 En este día pongo al cielo y a la tierra por testigos contra vosotros, de que os he dado a elegir entre la vida y la muerte, y entre la bendición y la maldición. Escoged, pues, la vida, para que viváis vosotros y vuestros descendientes; 20 amad al Señor vuestro Dios, obedecedle y sedle fieles, porque de ello depende vuestra vida y el que viváis muchos años en el país que el Señor juró dar a Abraham, Isaac y Jacob, vuestros antepasados.” 


Toda nuestra vida es como una cadena  llena de eslabones que se va formando de cada una de nuestras decisiones y debemos entender que cada decisión que tomamos tiene sin remedio alguno, una consecuencia.

Dependiendo de nuestra decisión, vendrá nuestra consecuencia.
Esta ley está reflejada en la propia natualeza con la física universal:
3ª Ley de Newton: 
A toda acción corresponde una reacción en igual magnitud y dirección pero de sentido opuesto. 
En un sentido más sencillo estamos diciendo:
 Siempre que un objeto ejerce una fuerza sobre otro objeto, el segundo objeto ejerce sobre el primero una fuerza igual y en sentido opuesto.
 A una fuerza le llamamos acción y a la otra fuerza le llamamos reacción, las dos interactuan siempre juntas, de tal manera que no existe la una sin la otra. De igual forma sucede con nuestro actuar en la vida, una fuerza es nuestra decisión y la otra es nuestra consecuencia, y están ligadas, de tal forma que siempre que exista la una, se presentará la otra.
 

Dios nos presenta lo bueno y lo malo, la vida y la muerte, nosotros sabemos lo que es un lado y el otro, somos seres conscientes de una realidad y es nuestra responsabilidad elegir y decidir,  pero aun así, Él nos da las pistas y nos dice que será mejor que escojamos la vida y lo bueno que proviene de Él, de lo contrario habrá en nuestras vidas desdichas, que serán la consecuencia de nuestra decisión.


Cada uno de nosotros está equipado por Dios de una voluntad, esa voluntad es el deseo que está dentro de nosotros para realizar las cosas, nosotros decidimos si queremos llevar a cabo ese deseo.  Dios mismo tiene una voluntad y su voluntad es perfecta, lo que Él en su voluntad desea, lo realiza, siempre con un propósito bueno y de vida.

Job 23:13            

»Pero si Él decide una cosa, ¿quién lo hará cambiar? Lo que desea, lo realiza.


Pero Él es Dios, Él es omnisciente, Él conoce lo bueno y lo malo y las consecuencias de lo uno y lo otro, porque su sabiduría se adelanta a los actos y conoce así lo que sucederá ante las decisiones.

Nosotros somos humanos caídos, y es a través de las experiencias vividas que aprendemos de nuestros actos, pero las consecuencias de nuestras decisiones son inevitables y nos acompañarán en nuestra vida terrenal,  y hay decisiones que trascenderán más allá de esta vida.


Es difícil tomar buenas decisiones, pero los creyentes cristianos tenemos una gran ayuda para saber tomar buenas decisiones y es la oración, ese momento de reflexión, en el que puedes hablar con El Padre Celestial y Él te escucha, porque es por la oración que El Espíritu Santo nos guía hacia la perfecta voluntad de Dios.


Aprendamos a tomar buenas decisiones, porque de ellas depende nuestra vida y la vida de los que están a nuestro alrededor, pues tus decisiones no sólo te afectan a ti sino que las consecuencias se presentarán en todo nuestro entorno, afectando así a nuestros hijos y a nuestros seres queridos.
En esta vida, enfrentaremos momentos de disyuntivas, en las que tendremos que tomar importantes decisiones pero de todas, hay una de prioridad:

Apocalipsis 3:20

Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo.

Cristo está a tú alcance, Él toca a tu corazón, tú decides si abres o no tu puerta.

La decisión más importante de nuestras vidas es la de abrir nuestro corazón y aceptar a Cristo como Nuestro Señor y Salvador, porque de esta decisión depende nuestra Eternidad con Él.

domingo, 10 de enero de 2016

¿Por qué el Nombre de Jehová ya no aparece en el Nuevo Testamento?


Primero tenemos que identificar quién es Jehová en el Antiguo Testamento, para así poder determinar por qué ya no es llamado Jehová en el Nuevo Testamento.
Hay un pasaje clave en el Antiguo Testamento que es una profecía y dicha profecía se cumple en el Nuevo Testamento y de manera inequívoca nos presenta quién es Jehová en el Nuevo Testamento.

Isaías 40:3
Voz que clama en el desierto:
«¡Preparad un camino a Jehová;
nivelad una calzada
en la estepa a nuestro Dios!


Con respecto al ministerio de Juan Bautista, en él se cumple la profecía de Isaías, así que Cristo, a quien Juan anunció era y es Jehová.
Nuestro Señor Jesucristo es Jehová, Él existió desde la eternidad, de igual modo Él es el Ángel que le apareció a Abraham, a Jacob y a Moisés en la zarza, y como una Voz que hizo temblar la tierra. Claramente Jehová se le identifica a Cristo en el Nuevo Testamento.

Juan dijo a los fariseos cuando le cuestionaron sobre su persona:
Juan 1:23
Dijo:
--Yo soy “la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías.


Juan anunciaba a Jesucristo y su Reino. Por lo tanto no queda duda de que Jehová es Jesucristo.
Un testimonio escritural sobre esta verdad está en el Salmo 98:7-9
Brame el mar y su plenitud,
el mundo y los que en él habitan;
8 los ríos batan las manos,
regocíjense todos los montes
9 delante de Jehová,
porque vino a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia
y a los pueblos con rectitud.


Estos versos son una descripción de la Segunda venida del Mesías, y quien viene a juzgar la tierra con justicia es Nuestro Señor Jesucristo quien en el Antiguo Testamento es llamado Jehová, y lo ratifican las últimas palabras de la Biblia:
"Amén; sí, ven Señor Jesús"

Él es Jehová, está escrito en el Salmo 83:18
Y conozcan que tu nombre es Jehová;
¡tú solo el Altísimo sobre toda la tierra!

Con esto al mismo tiempo se presenta la prueba irrefutable de la Deidad de Cristo, porque a Él se le llama legítimamente Jehová y podemos leer que a Él se le da constantemente el nombre de Jehová quien es Dios.
Jeremías 23:5-6
»Vienen días,
dice Jehová,
en que levantaré a David renuevo justo,
y reinará como Rey, el cual será dichoso
y actuará conforme al derecho y la justicia en la tierra.
6 En sus días será salvo Judá,
e Israel habitará confiado;
y este será su nombre con el cual lo llamarán:
“Jehová, justicia nuestra”.

Esta profecía declara que el Renuevo Justo, hijo de David, que es un Rey, será llamado Jehová, justicia nuestra. Sólo Cristo y nadie más es quien ha sido hecho para nosotros justicia y sólo en Cristo fuimos hechos justicia de Dios.

Del mismo modo el Jehová que subió a lo alto y llevó cautiva la cautividad, como lo expresa el Salmo 68:18, no es otro que el mismo Cristo que expresa Efesios 4:8-10.
Por lo cual dice:
«Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,
y dio dones a los hombres».
9 Y eso de que «subió», ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? 10 El que descendió es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.


Así que, El Padre le envió mensajero a María, para que al Hijo que le iba a nacer, le pusiera por Nombre Jesús.
Mateo 1:21
Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados».
Su Nombre es Jesús, el Cristo de Dios, Nuestro Señor Jesucristo y Él siempre ha sido y será El Rey, Jehová de los Ejércitos.
Isaías 6:5
Entonces dije: «¡Ay de mí que soy muerto!, porque siendo hombre inmundo de labios y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos».