lunes, 28 de diciembre de 2015

Hombres y Mujeres somos iguales ante Dios


Génesis 1:27
Y creó Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creó;
 varón y hembra los creó.

A través de la Historia de la humanidad, podemos leer que los varones se han posicionado con mayor jerarquía en las relaciones hombre - mujer y la mujer ha ido demostrando con acciones y hechos que tiene el mismo valor tanto moral como intelectual en la sociedad.
¿Será verdad que desde el Principio de la Creación existió una jerarquía que pone en la parte más alta al varón? Examinemos partiendo de las Escrituras esta cuestión. 
El hombre y la mujer, son portadores de la imagen de Dios, por lo tanto lo masculino como lo femenino reflejan la imagen de Dios.
La raza humana fue creada según narra el Libro de Génesis, que significa El Principio y/o Los Origenes, en el sexto día de la Creación.
Génesis 1:26-27
Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra».


27 Y creó Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó.
 

La designación "hombre" en Génesis 26 y 27 es un genérico para "seres humanos" o "humanidad" que incluye tanto al hombre como a la mujer. La palabra hebrea que se utiliza es אָדָם -  en griego, adám que significa; rojizo, un ser humano (individuo o la especie, humanidad): Adán, común,gente, humano. Esto se ve todavía más claro en:

 Génesis 5:2
 Hombre y mujer los creó; y los bendijo, y les puso por nombre Adán el día en que fueron creados.

Una vez que se ha aclarado el punto de que Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, se debe también tomar en cuenta que a ambos, Dios les asigna la tarea de señorear la Tierra.
El verbo que se usa en hebreo para la frase "tengan potestad" está en plural, la asignación fue para los dos, hombre y mujer, por lo que la mujer no formaba parte de la creación sobre la cual el varón iba a tener dominio.
Ambos son igualmente autorizados por Dios, El Creador, para actuar como vice-regentes en la tarea de señorear la Tierra.
Los versos que reafirman la verdad de que Dios puso al hombre y a la mujer desde su creación en un mismo plano y nivel se sutentan biblicamente en:
Génesis 1:28
Los bendijo Dios y les dijo: «Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la tierra»
En este texto no hay nada que indique que el proyecto del Creador tuviera la intención de una diferenciación sexual, puesto que la bendición es dada directamente y de igual forma a los dos, las indicaciones y la autoridad también es dada a ambos, por lo que las palabras del Creador, no tienen la intención de que una mitad de la humanidad (los hombres) gobernara a la otra mitad (las mujeres). Los roles no fueron dados por separado y esto indica que Dios creó a la humanidad, hombre y mujer, en una relación de completa igualdad y reciprocidad y que cualquier concepto de supremacía o jerarquía de uno sobre otro es ajeno al proyecto divino y no puede ser impuesto de ninguna manera, pues esto sería ir en contra del proyecto original de Dios.
Génesis 5:1
El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. 2 Hombre y mujer los creó; y los bendijo, y les puso por nombre Adán el día en que fueron creados. 

¿Qué dicen estos verso? Dicen que el día en que Dios creó a la humanidad, el día sexto, creó al hombre y a la mujer, estos dos sexos, el masculino y el femenino son la raza humana, y dice que a los dos los creó a semejanza de Dios, es decir, no sólo lo masculino refleja la imagen de Dios, sino que también lo femenino refleja la imagen de Dios, y a los dos los bendijo, el verbo está en plural, y a los dos les puso nombre ese mismo día y los llamó Adán (humanidad). 

Versos más adelante se nos narra que Dios los formó; no es lo mismo crear que formar, porque crear para Dios como lo dice su Palabra es, de lo que no se ve, traerlo a existencia. Entonces para traer a existencia, a Adán varón, lo formó del polvo de la tierra con su propia mano, y para traer a existencia a Adán mujer, la formó y tomó de Adán varón. Por eso Adán da origen a Eva, el orígen de donde fue formada fue de Adán varón, pero Adán mujer ya existía para Dios, estaba en Adán varón, y la trajo físicamente a Adán varón y Adán varón expresó su más grande felicidad cuando vio a Eva y supo que era carne de su carne y hueso de sus huesos. 

Eva fue formada de una herida en el costado de Adán, cuando Dios lo sumergió en un sueño profundo, así como una perla se forma dentro de una concha por la agregación (agregación: una formación vital, de algo que tiene vida) y causada por una herida, por la presencia de una sustancia irritante extraña, así Eva fue formada dentro del ser de Adán.
Así mismo, aunque la perla es formada en oscuridad, cuando se expone a la luz del sol, capta la gloria de esa luz y refleja su esplendor, de igual forma Adán reconoció a Eva como una parte viviente de sí mismo.  Ambos sin perder su identidad; ante Dios son considerados como una persona; de tal forma que después de ser tomada de él, fue levantada con él, y Dios les llamó a ambos por el nombre de Adán.
                                                         

Gracias a los estudios y avances en el conocimiento de los estudios lingüísticos e históricos, hoy podemos hacer y dar una mejor explicación de los textos bíblicos y usando las herramientas disponibles podemos examinar con lupa el término que las Escrituras emplean al designar a Eva (la mujer) como ayuda idónea para Adán (el hombre).
Génesis 2:18
Después dijo Jehová Dios: «No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él».
La palabra "ezer = ayuda" aparece 21 veces en el Antiguo Testamento, y etimológicamente tiene dos raíces una que significa "rescatar", "salvar", y que es generalmente aplicada a Dios y otra que significa "ser fuerte", que es la que se aplica en el texto referente a Eva.  Por otra parte, el término hebreo "knegdwo", que en español traducimos como "idónea", en el original está formado por dos preposiciones y un pronombre. La primera preposición significa "igual" o "como". La segunda significa "enfrente", en el sentido de uno que está en la presencia de otro como un igual. Por lo tanto, Eva sería, como Adán, de la misma clase y especie, alguien igual a él.
 Ciertamente a partir de la caída del ser humano por decidir separarse de Dios y buscar sólos su camino, permitiendo que el pecado entrara en sus vidas, vinieron consecuencias catastróficas tanto para la raza humana como para todo el planeta.
Si hubiera habido una jerarquía en la Creación, habría sido marcada y establecida desde el momento de la creación de la raza humana, Dios habría hecho la distinción, la hubiese marcado, y no existe ningún verso que la indique.
Si porque Dios formó primero a Adán y después a Eva, es de mayor jerarquía Adán, entónces tenemos un problema que se ha evadido y es que los animales tendrán que ser de mayor jerarquía que la raza humana, puesto que fueron creados primero.
Incluso cuando Dios le recrimina a Eva en el Edén, lo hace por su desobediencia no por haber tomado la iniciativa. Además, si la mujer hubiese sido creada menor que el varón, no habría tenido tanta responsabilidad por su pecado, ya que el varón tendría que haber respondido por haber descuidado a la mujer. Pero eso no fue así, ambos, como seres igualmente responsables, tuvieron cada uno sus consecuencias y una de las consecuencias para la mujer fue esa, que el hombre después de la caída, se señoreara de ella.
Sin embargo, debemos saber y conocer que Cristo vino a dar libertad al cautivo, vista al ciego, oído al sordo y fortaleza al débil.
Cristo vino a poner orden, a restaurar lo que en el Principio Dios planeó y a retomar el control de su Creación.
En el Principio Dios creo a la raza humana, varón y mujer los creó, a semejanza de Dios los creó.
Con Cristo somos nuevas criaturas, y su propósito es restaurar todas las cosas, incluso hasta esa sujeción, y restaurar todo, mejor de como fue desde el Principio. No hay condenación alguna para los que estamos en Cristo Jesús.
Por eso, cuando llegamos a Cristo, ya no hay nacionalidades, ni esclavo ni libre, ni pobre ni rico, ni hombre ni mujer, sino que todos somos iguales ante Dios.

Gálatas 3:28
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.